Fraga, que hizo estas declaraciones en Madrid tras la firma de un convenio entre la Xunta de Galicia y la Agencia Española de Cooperación Internacional, destacó que esta presión afecta, sobre todo, a los familiares de los ediles populares vascos.

El presidente gallego negó que hubiera habido abandono de cargos en Euskadi por parte de miembros del Partido Popular y apuntó que este hecho "no es notici, porque ha sido desmentida".

A su juicio, un grupo minoritario quiere imponer por la fuerza, la coacción y la violencia sus ideas a la mayoría de los vascos, pero "a pesar de eso, están (los concejales populares) en sus puestos", añadió.

Finalmente, alabó "el valor y la dedicación" de las personas que "creen en una idea del País Vasco compatible con la idea de una España unida".