Bartollini indicó que la directiva está pendiente de una próxima confirmación del Consejo de Ministros Europeos, que la aprobará previsiblemente sin problemas.

La directiva "propone una larga cooperación para desarrollar programas de protección de los consumidores en Mercosur y Chile", afirmó la experta comunitaria.

Asimismo, Europa e Iberoamérica pondrán en marcha un sistema de información sobre productos peligrosos, semejante al que funciona en la Unión Europea (UE), así como proyectos pioto y asistencia técnica.

Bartollini leyó un mensaje de la comisaria Bonino a los participantes en el encuentro, en el que ésta manifiesta que "el movimiento de consumidores sólo podrá progresar si adopta estructuras cada vez más sólidas: primero a nivel nacional, luego a nivel europeo o regional de América Latina, y finalmente a escala intercontinental y mundial".

BUENA NOTICIA

Por su parte, la presidenta de CECU, María Rodríguez, dio la bienvenida a los asistentes y señaló que el congreso es una buena noticia para ese continente que siempre llevamos en el corazón".

El secretario general del Instituto Nacional del Consumo (INC), Ismael Díaz Yubero, dibujó una panorámica de las organizaciones de consumidores y las políticas de consumo en España y destacó que el congreso servirá para intercambiar opiniones.

Por los consumidores latinoamericanos intervino José Vargas, de Consumers International (CI), quien subrayó los problemas que el crecimiento del comercio internacional genera, como e trabajo infantil, "unas prácticas laborales que traspasan la ética", precisó.

Sin embargo, Vargas reconoció los avances producidos en la última década, como lo refleja el hecho de que 7 de 13 países iberoamericanos han incluido en su constitución el reconocimiento de los derechos de los consumidores como derechos fundamentales de las personas.

El representante de CI subrayó la importancia de que un país tenga asociaciones de consumidores fuertes para conseguir "una sociedad más justa, más equitaiva en lo económico y social".