Mullor García, que participa en el seminario "En torno al quinto centenrio de la restauración de la Iglesia de Almería", dentro de los cursos de verano de la Universidad Complutense, dijo que considera lícito el uso de la fuerza contra Serbia.

El nuncio describió su experiencia de siete meses en los países bálticos diciendo que "por allí ha pasado una catástrofe antropológica. El comunismo ha dejado al hombre sin capacidad de relacionarse".

Según Mullor, "se ha llegado a la independencia pero no a la soberanía plena. Rehacer estos países costará mucho, ya que durant 50 años ha existido una permanente sospecha sobre los que pensaban de otra manera", aunque se mostró optimista sobre la recuperación de estos países.

Monseñor Mullor García incluso llegó a hablar del bien y del mal: este último, la imposibilidad de poder expresarse durante 50 años, y el bien, en la actualidad, como la posibilidad de "poder participar con lo que uno tiene".

"Uno de los dramas de estos países es que la gente iba al trabajo, pero no a trabajar. Durante 50 años los ciudadanos de eso países no han podido ser creativos", afirmó.

El nuncio de la Santa Sede en los países bálticos afirmó que la relación de la Iglesia católica con la ortodoxa en esa zona son normales, "aunque existen ciertos extremos". "Hay tensiones, pero por ambas partes se cree que hace 9 siglos nos equivocamos, por lo que tratamos de buscar la unidad perdida".

Por su parte, el obispo de Almería, Rosendo Alvarez Gastón, se refirió a los actuales retos de la Iglesia, destacando la nueva evangelización "para traar de dar y recuperar el valor del Evangelio".

En opinión de Alvarez Gastón, este es el principal reto de su diócesis, frente a la materializacion y el egoísmo que se detectan en la sociedad. "Desde aquí la Iglesia puede aportar mucho a la sociedad actual", añadió.