El texto, elaborado por el Consejo, establece que los fabricantes deberán aceptar los coches sin que sus dueños deban pagar nada a partir de enero del año 2001, en el caso de los coches nuevos, y de 2006, cuando los coches ya estén en circulación antes del 2001. Esta propuesta obligará que este sector diseñe vehículos cuyos componentes de desguace permitan compensar los cotes de este proceso.

La enmienda del ponente del informe ante el Pleno, Kerl-Hienz Florez, no obtuvo su aprobación en la comisión parlamentaria pero probablemente vuelva a debatirse mañana jueves. De acuerdo con el ponente, la propuesta del Consejo puede ser contraproducente ya que la atribución al fabricante hará que determine, por sí solo, los costes de eliminación y llevaría a la creación de sistemas monopolísticos que impedirían el acceso a esta actividad de las Pymes interesadas.

Por otra pate, la posición común del Consejo establece la reutilización y valoración como mínimo del 85% del peso medio de todos los automóviles, y la reutilización y reciclado del 80%, antes del 1 de enero de 2006. En el año 2015, estos porcentajes llegarán hasta el 95% y el 90% respectivamente.