El último informe realizado por TINSA sobre la marcha de este mercado hasta septiembre señala que "no está muy claro que la progresiva introducción del uso del euro repercuta en un mayor número de transacciones", conlo que pone en tela de juicio que los inmuebles sean los principales receptores del "dinero negro" que necesitará aflorar antes del cambio de la moneda para que no se pierda.

"Más bien", según TINSA, "es previsible un período más o menos amplio de confusión donde las dudas frenarán cierto número de operaciones".

Además, la firma de tasaciones recuerda que "no son desdeñables los vaticinios del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre un período inmediato de detención del crecimiento económico",añade que "el propio mercado inmobiliario, que obedece a ciclos económicos muy claros, no puede mantener mucho tiempo el fuerte crecimiento actual".

Por ello, TINSA señala que sigue siendo aconsejable la inversión en vivienda para uso propio porque "es un buen momento", pero advierte que "no lo es tanto para especualr, ya que no se espera que las alzas superen dos puntos al IPC, y mucho menos que las rentas de alquiler suban simpáticamente".

En éste contexto se explica su estimación, ya conocida de que la vivienda ha subido un 4% de media, a pesar de que otros grupos como los promotores, advierten de riesgos de un encarecimiento aún superior debido, por un lado, al comportamiento inflacionista de algunos de los agentes de la edificación, y por otro, a los cambios legales que se están barajando por el Gobierno y que pueden afectar al precio final.

En concreto, la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios (APCE), denuncia las subidas de precios fuertes que están aplicando los fabriantes de material de construcción, y el encarecimiento de las cuadrillas de subcontratas que intervienen en la edificiación.