La OCU ha seguido la evolución de una cesta de 750 precios desde el pasado mes de septiembre en las ciudadades de Barcelona, Madrid y Sevilla. Así ha podido detectar cómo muchos productos han aumentado sus precios en pesetas durante el último trimestre de 2001 para redondearlos a una cantidad exacta en euros.

Otros precios, como la mayoría de los fijados por la Administración, subieron bruscamente en enero, como hacen todos los años, pero muy por encima delas previsiones oficiales de inflación (2%) para el 2002. El transporte público (6,3%), el nuevo impuesto de las gasolinas (4,1%) y el correo (51,9%) son ejemplos claros.

Según indicó hoy en rueda de prensa el director de la OCU, José María Múgica, el estudio, que han realizado con sus propios medios, no puede compararse con el Indice de Precios al Consumo (IPC) oficial.

No obstante, del seguimiento de los precios se obtienen dos principales conclusiones: que la llegada del euro ha venido acompañda de un alza generalizada de los precios y que la Administración ha dado un "pésimo ejemplo", subiendo sus precios e impuestos (3,22% desde septiembre) en mayor medida que el sector privado (2,55%).

METODOLOGIA

En cuanto a la metodología de la encuesta, la OCU ha seguido productos o servicios concretos. Por ejemplo, de las panaderías los precios de una barra de pan, una baguette y un producto de bollería, y en los bares el precio de una Coca-Cola, un café, una cerveza y el menú del día.

Las maores variaciones entre septiembre y enero han sido: Correos (carta normal y certificada) un 51,9%, panaderías un 23,1%, aparcamientos un 13,8, juegos de azar un 13%, cines un 8,6%, bares y cafeterías un 7,9%; revistas, autobús y Metro, un 6,3%.

Los museos aumentaron sus tarifas un 6,2%, los libros un 5,9%, los periódicos un 5%, otros productos y servicios de ocio un 4,7%. Los taxis, un 4,2%; las peluquerías y las piscinas cubiertas, un 3,7%; los trenes, un 3%; los supermercados y el tabaco, un 1,9%; ls coches nuevos, un 1,1%; las tintorerías, un 0,8%; los restaurantes de comida rápida, un 0,7%; el agua, un 0,5%.

Por otra parte, la encuesta ha detectado un 13,3% de errores en la conversión entre pesetas y euros, aunque el signo de éstos (una peseta arriba o abajo) se reparte casi a partes iguales a favor y en contra del comerciante, por lo que la OCU descarta la existencia de mala fe.

En cuanto a la indicación de la doble indicación de precios en euros y pesetas, en enero se detectó en el 83% e los artículos y servicios. Múgica aclaró que, según la ley, desde el 1 de enero sólo es válido el precio marcado en euros si también figura en pesetas. Además, la doble indicación de precios no es obligatoria para los comerciantes, quienes sí deben presentar forzosamente los precios en euros.