El coste total de la campaña incluyó la edición del folleto, que costó 295.287 euros (49 millones de pesetas); la producción de euroconversores, que costó 1,728 millones de euros (288 millones de pesetas); el uso de la base de datos y la impresión de artas, con un coste de 398.160 euros (66 millones de pesetas); los sobres y manipulado de elementos, que ascendió a 981.541 euros (163 millones de pesetas), y el envío postal, que costó 2,253 millones de euros, unos 375 millones de pesetas.

Estos datos, a los tuvo acceso Servimedia, figuran en una respuesta por escrito al diputado de CiU Jordi Martí, que se interesaba por conocer las razones de que dicha campaña se haya realizado sólo en castellano, y no en todas las lenguas cooficiales del Estado.

El Gobierno le responde que ni la Presidencia del Gobierno ni el Ministerio de Economía tienen su sede en ninguna comunidad autónoma con lengua cooficial y que, además, la campaña excede el ámbito territorial de cualquier comunidad, por lo que lo más adecuado, con arreglo al ordenamiento vigente, es usar el castellano, "lengua oficial del Estado que todos los españoles tienen el deber de conocer y el derecho a usar".