En la práctica, sólo uno de cada dos comerciantes ha introducido ya el doble listado de precios. El balance es en general positivo en las grandes superficies comerciales, pero muchos comercios pequeños y medianos, así como restaurantes y hoteles, todavía trabajan exclusivamente con la moneda nacional. Además, los consumidores no están suficientemente preparados y no prestan todavía demasiada atención a los precios señalados en euros.

Por ello, los comerciantes se han comprometido a fijar y ostrar sus precios en euros, con prioridad sobre los precios en moneda nacional, a partir de septiembre de este año. También harán lo posible para asegurar la estabilidad de los precios cuando éstos se fijen en euros. Por último, se anunciarán con el eslogan europeo "nueva moneda, precios estables".

Las asociaciones de consumidores, por su parte, deberán concienciar a los consumidores sobre los compromisos adquiridos por los comerciantes y promover que hagan sus pagos en euros desde el comienzo de 200, cuando se introduzca la nueva moneda.

Tanto comerciantes como asociaciones de consumidores pretenden también hacer un llamamiento a los Estados miembros para que intensifiquen sus campañas de información con el objetivo de familiarizar al público con las nuevas monedas y billetes. Consideran que las autoridades deben dedicar más recursos a euro-observatorios o organizaciones similares, establecidas para prevenir las dificultades entre consumidores y comerciantes en torno al euro.