En un artículo titulado "Desde la cárcel de Córdoba", estos etarras se refieren, en primer lugar, a las informaciones difundidas hace unas semanas sobre un manifiesto contra la violencia que se estaría difundiendo entre presos de la banda criminal internos en la cárcel de Córdoba.

A este respecto, Gisasola y Urrusolo afirman que "es grave acusar públicamente a unos compañeros de planes de colaboración o intentos de división que no existen; sólo por el mero hecho de haberse desvinculado de una estructura organizativa".

Los etarras añaden que "en la cárcel de Córdoba, en lo que a nosotros respecta, no tenemos ninguna constancia de no sabemos qué escrito firmado por no sabemos qué presos".

"PROCESO DE PAZ"

Sin embargo, estos terroristas se refieren a la última negociación entre el Gobierno y ETA y afirman que "había que haber seguido con los acuerdos de Loiola", a los que supuestamente llegaron PSE, PNV y Batasuna.

Según Gisasola y Urrusolo, "la garantía de que esos acuerdos se cumplan están en las dinámicas políticas que se generen al ir dando pasos y avanzar en un proceso de paz, en las dinámicas e ilusión que se creen en la sociedad y no en el supuesto papel de garante que la organización armada pueda aportar en este sentido".

Los etarras se quejan, asimismo, de la pérdida de influencia de Batasuna y señalan que "a estas alturas no se puede pensar que la estrategia adecuada sea un viraje hacia discursos y prácticas de cerrazón grupal, una vuelta a una política que dinamita puentes y que busca al enemigo más odioso entre los aliados posibles".