Aunque la dirección de la prisión afirmó desconocer el motivo del abandono, fuente próximas a la cárcel apuntaron que la decisión de los etarras ha podido estar motivada porque los presos comunes han dejado de suministrarles alimentos a escondidas, tras el atentado cometido por ETA el pasado viernes en la cárcel Sevilla I, en el que murieron cuatro personas, entre ellas dos reclusos.

Mientras tanto, en el centro de alta seguridad de Puerto I la situación es de normalidad, ya que los internos etarras no secundaron la huelga de hambre.

En ambas cárceles, los presos de la banda trrorista ETA han sido aislados en módulos diferentes a los que usan los comunes, como medida de precaución, y la vigilancia exterior e interior del recinto ha sido reforzada.

El director de Puerto II, Miguel Angel Rodríguez, mantuvo esta mañana una reunión con el gobernador civil de Cádiz, Plácido Conde, para analizar la situación.

En este penal hay una gran tensión, ya que hace unos días un preso común resultó herido de gravedad al ser "pinchado" con un objeto punzante, de fabricación casera, mintras discutía con otro recluso. En los últimos 45 días, cuatro internos han sido apuñalados en diversas reyertas.