En declaraciones a Servimedia, la madre de "Pertur" enjuició "muy positivamente" la contestación a las últimas acciones terroristas de ETA por parte de destacados presos etarras y dirigentes de Herri Batasuna (HB). A su juicio, "eso es abrir una brecha que puede significar el fin de ETA".

Respecto a la reacción popularal asesinato de Miguel Angel Blanco, Marta Bergaretxe dijo: "Ha supuesto un desahogo, porque llevábamos muchos años ya soportando una tensión terrible del entorno de ETA, y este último asesinato y las imágenes de Ortega Lara han colmado la paciencia, o más que nada la indignación que estaba ahí latente y que no había aflorado".

Asimismo, hizo un llamamiento a ETA "para que deje las armas, porque es una locura lo que están haciendo, que no conduce a nada, sino a más muertos y que no han conseguido nadaen los años en que llevan luchando. No sé cuál es esa lucha armada que ellos proclaman porque no sé qué es lo que pretende cuando cada vez están consiguiendo menos".

En relación con la desaparición de su hijo, que se produjo hace más de 20 años cuando viajaba en compañía de otros dos etarras entre las localidades de San Juan de Luz y Behovia, reclamó que el caso debería ser juzgado en España.

En este sentido, frente al "carpetazo" que dieron al asunto las autoridades judiciales galas por prescripión, reiteró la necesidad de que el dirigente Francisco Garmendia, "alias Pakito", sea extraditado a España para ser interrogado, "ya que consideramos que él sabe lo que le ocurrió a mi hijo", indicó.

Siendo uno de los dirigentes de la banda terrorista, Eduardo Moreno Bergaretxe se destacó como cabecilla de un grupo de etarras que preconizaba a finales de los años setenta el paulatino abandono de la lucha armada en favor de la política.