Así lo manifestó cuando el presidente de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que la juzga junto a Aitor García Aliaga, le dió la palabra al finalizar la vista.

Belén Egües señaló que no cree que la Audiencia Nacional "sea nadie" para juzgarles, porque es un "sustituto" de lo que en el franquismo era el Tribunal de Orden Público (TOP), que perseguía delitos políticos. "Les considero sus sucesores", dijo.

"Les invitó a que en este momento crucial para el País Vasco se inmiscuyan", llegó añadir Belén Egües antes de que el presidente de la Sala le cortara la palabra. "Usted me ha dado la palabra y yo la voy a terminar", replicó la etarra, pero no pudo terminar su exposición porque el tribunal se lo impidió.

Belén Egües y Aitor García se enfrentan a una petición de 308 años de prisión cada uno por su presunta participación en el atentado mortal perpetrado en Madrid el 28 de junio de 2001 contra el general del Ejército Justo Oreja Pedraza.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional les acusa de asesinato terrorista, 16 tentativas de asesinato, estragos, robo y falsificación de documentos oficiales.

Aitor García Aliaga y Ana Belén Egües fueron detenidos meses más tarde, el 6 de noviembre de 2001, gracias a la colaboración de un ciudadano que les siguió después de que cometieran en la calle Corazón de María, también en Madrid, el atentado que acabó con la vida del que era secretario general de Política Científica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Juan Junquera.

Por su participación en este atentado, Ana Belén Egües y Aitor García fueron condenados por la Audiencia Nacional a un total de 1.042 años de cárcel cada uno.