En un carta abierta, a la que ha tenido acceso Servimedia, los vecinos que viven en el piso de arriba de la familia e Casado, arremeten contra Rojo por responsabilizarlos directamente de la "autoría" del asesinato del funcionario de prisiones.

El padre de la familia, Felipe Bravo Cuenca, expresa en la misiva su "rotunda indignación" por las acusaciones de Rojo, realizadas a un medio de comunicación "sin aportar alguna prueba que fundamente sus aseveraciones".

"Desde esta familia no podemos entender cómo un miembro elegido por el pueblo se ha tomado tan a la ligera un asunto tan serio como es la muerte de una prsona y otro que lo es aún más, el de la autoría de la misma", añade el escrito.

Bravo asegura que Rojo sólo se basó en "rumores tergiversados" al responsabilizar a sus hijos del asesinato, "consiguiendo con ello una situación para los mismos y, por ende, para toda la familia, de nerviosismo, preocupación e incluso miedo a lo que pueda pasar".

Sin condenar en ningún momento el asesinato, aunque lo "lamentan" por ser un "hecho triste", la familia cree que va a ser "víctima de una probable situació de acoso".

En este sentido, anuncia que hoy ha iniciado los trámites para otorgar un poder notarial con el fin de que sus abogados, entre ellos Kepa Landa, puedan presentar ante el Tribunal Supremo una querella criminal contra Rojo.