Santaella explicó que la operación fue el resultado de un "telefonazo anónimo", de lo que no puede desprenderse que la Ertzaintza haya alcanzado el grado de profesionalidad necesario para luchar contra el terrorismo.

Sin embargo, se mostró convencido de que, aunque todavía carece de la experiencia suficiente, será pronto "un gran Curpo policial a la altura de los mejores", tanto por los medios materiales y humanos que posee, como por la práctica del día a día.

Santaella calificó de "muy significativa" la colaboración ciudadana que ha permitido la detención de Lasarte, ya que hasta hace poco "era impensable que este factor se diera precisamente en el norte".

Por último, expresó su extrañeza ante la circunstancia de que Lasarte estuviese desarmado y no opusiese resistencia a su arresto, cuando lo normal es que "un terrorista ue busca todo el mundo" se comporte de la forma contraria.