Miles de vitorianos se congregaron en silencio en la plaza de la Virgen Blanca portando letreros en los que se podía leer "ETA, no", "Basta ya" e "Ibarretxe dimisión".

Durante cinco minutos, y bajo una lluvia fina pero incesante, se pudieron leer en los rostros y en muchos ojos llorosos la indignción, la rabia, y también las ganas de dejar claro a los terroristas el deseo del pueblo vasco de vivir en paz y en libertad.

En primera fila, ante el Ayuntamiento, y tras una enorme pancarta en la que se clamaba "Basta ya", estuvo la plana mayor del PSOE y de los socialistas vascos: Joaquín Almunia, Juan Manuel Eguiagaray, Ramón Jáuregui, Nicolás Redondo Terreros, Cipria Ciscar y José María Benegas.

Junto a ellos, el presidente del Gobierno, José María Aznar, los ministros Jaime Mayor Oreja, Rodigo Rato e Isabel Tocino; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José María Michavila; y los dirigentes del PP Javier Arenas y Rafael Hernando.

En vísperas del comienzo oficial de la campaña electoral, Aznar y Almunia permanecieron juntos, hombro con hombro, con la misma expresión en la cara, sosteniendo la pancarta de protesta contra la violencia.

Sólo los aplausos rompieron en un primer momento el silencio, al que siguió la lectura, por parte del alcalde de Vitoria, el popular Fenando Alonso, de un comunicado del Ayuntamiento con el mismo contenido que el aprobado por el Parlamento vasco.