En un comunicado, la CESM señala que con este acto la organización terrorista ha vuelto a retratarse como lo que en realidad es: "una banda de psicópatas y liberticidas cuyos supuestos móviles políticos no pueden ser tenidos en consideración por nadie en su sano juicio o sin otro interés que el de favorecer la convivencia entre todos los españoles".

Asmismo, lamentan que cuando celebramos ahora el fin de la dictadura y su sustitución por el Estado de Derecho y la dignidad de los ciudadanos, "todavía haya personas, como las vinculadas directa o indirectamente a ETA, que representen lo peor de nuestro pasado".

"Confiemos en que, así como la mayoría de la sociedad española ha sabido evolucionar durante este tiempo hasta situarse en la vanguardia de las naciones democráticas, quienes siguen inmersos en el odio y la sinrazón puedan también algún día recificar", añade el escrito.

Por último, subraya que, mientras tanto, lo urgente es su aislamiento político y social, así como la puesta en práctica de todos los recursos que nuestra democracia considere convenientes para su autoprotección.