El dirigente sindical del Cuerpo Nacional de Policía afirmó a Servimedia que el heco de que los éxitos policiales contra ETA no estén en proporción con el número de acciones terroristas no ha de interpetarse como un fracaso, sino que son consecuencia de la reorganización interna que desarrolló ETA aprovechando el año de tregua y que ha alterado de alguna manera el conjunto del trabajo policial.

Aseguró, a este respecto, que "la eficacia policial se mueve en los mismos parámetros que se ha movido siempre" y subrayó la necesidad de "no ponerse nerviosos".

Recordó que, aunque a actual ofensiva se muestra especialmente cruenta, "en lo que llevamos de año sólo ha habido ocho muertos frente al muerto diario que se producía a finales de los setenta y principios de los ochenta".

El responsable del SUP apostó por interpretar la eficacia policial en función de una estrategia a "largo plazo", puesto que "el problema no se acaba en una generación. Hay que trazar objetivos a veinte o veinticinco años", dijo.

"Ahora mismo", agregó, "hay cientos de chavales con 16 o 17 años qe van a coger la pistola ya mismo. Por tanto, es evidente que no se va a acabar con el terrorismo con grandes declaraciones o tildando a la policía de ineficaz".

"El problema", concluyó, "es que ETA ha cambiado radicalmente en su forma de funcionamiento. Estamos casi al principio. Ha mezclado legales con ilegales, lo que no había hecho nunca. Además, ahora atenta en fines de semana o por la tarde; antes había infiltrados pero han hecho una reorganización absoluta, y hay mucha gente desconocida que n está fichada. Todo eso requiere tiempo".