Fuentes de la investigación informaron a Servimedia de que el propietario del vehículo es un joven de Oñate (Guipúzcoa) que se trasladó el 27 de diciembre al sur de Francia, al parecer para practicar montañismo o esquí.

Las fuentes consultadas aseguraron que la banda etarra localizó a este joven en una zona del País Vasco francés y le mantuvo retenido en una caseta hasta que se perpetró el atentado en Barajas el sábado.

Los datos de los que disponen las Fuerzas de Seguridad españolas indican que los etarras, tras localizar la furgoneta y retener a su conductor, la cargaron el día 28 y la trasladaron a España el día 29.

La furgoneta que finalmente hizo explosión en el aeropuerto de Barajas contenía una elevada cantidad de explosivo, algo que se determinará exactamente en el momento en los que se localice la furgoneta-bomba y pueda determinarse el tipo de explosivo utilizado.

A este respecto, los técnicos de la Comunidad de Madrid calculan que la carga de la furgoneta debía oscilar entre 500 y 800 kilogramos de explosivos, según el vicepresidente segundo y consejero madrileño de Justicia e Interior, Alfredo Prada.