En declaraciones a Servimedia, Jiménez confirmó que nunca han sido advertidos de esta posibilidad por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que la intención de los terroristas de la "caravana de la muerte" la han conocido a través de los medios de comunicación.

"No tenemos ninguna constancia y ni siquiera creemos que el Ministerio del Interior lo pueda aseverara pies juntillas", dijo Jiménez, quien reconoció que "la torre es un símbolo y un elemento suficientemente atractivo como para que, igual que nosotros trabajamos con la hipótesis de que pueda suceder un atentado, ellos también".

Jiménez explicó que en los últimos 5 años no se ha recibido ninguna amenaza de bomba en nombre de ETA, y advirtió a los terroristas de que si apuntan contra la Torre Piscasso "se van a encontrar todas las dificultades posibles en el mundo de la seguridad en estos momentos, abslutamente todas".

Sin embargo, el máximo responsable de Torre Picasso reconoció que "atentar contra la Torre Picasso es tan difícil o tan fácil como atentar contra las Torres Gemelas; si se trata de un loco con explosivos atados en su cintura que entra y explota, no se puede evitar".

En este punto, explicó que a la torre no se puede acceder en coche, por lo que "no pueden aproximar un vehículo, sólo a través de los viales de Azca y entrando al parking público que es exterior a la torre y no entraen la base o núcleo central de la torre".

"El núcleo central de la torre no es atacable por un vehículo", insistió Jiménez, por lo que afirmó que "la seguridad razonable está absolutamente garantizada".

Torre Picasso, según su director, dispone de los más modernos sistemas de seguridad, aprueba todas las auditorías nacionales e internacionales en este sentido y dispone de "unas medidas de seguridad suficientemente disuasivas como para que nunca hayamos tenido ni el más mínimo intento".

Jiménz informó de que, en el día de hoy, "han entrado y salido con total normalidad" los 5.000 trabajadores de la Torre Picasso.