Catorce de esas quince acciones terroristas tienen relación con la campaña de atentados llevada a cabo contra el turismo, desarrollada principalmente en el litoral mediterrneo. El único atentado que no tiene relación con los intereses turísticos es el cometido contra el Gobierno Civil de Guipúzcoa el pasado 19 de julio. ETA atentó en aquella ocasión con un lanzagranadas ocasionando en el edificio daños materiales.

ETA señala que de los catorce explosivos colocados en distintos objetivos turísticos, siete han estallado y cuatro han sido desactivados por efectivos policiales, mientras que se desconoce la situación de los tres restantes.

Sin embargo, son cuatro los arefactos mencionados por ETA que no han sido localizados. El primero de ellos es uno supuestamente colocado en la autopista A-7 entre Salou y Tarragona el 9 de julio, el segundo tendría que haber estallado el 15 de julio en Almenara en la vía entre Valencia y Castellón. Los otros dos también estarían colocados en dos vías férreas en Glet y Vallas, entre Tarragona y Lérida.

Además de las reivindicaciones, ETA critica a varios políticos por su postura mantenida ante el tema GAL así como al ex lehendakariCarlos Garaikoetxea y al actual lehendakari, José Antonio Ardanza. ETA concluye asegurando que todas las fuerzas armadas españolas están fuera de la ley.