En la primera sesión del juicio que se sigue por esta causa en la Audiencia Nacional, Pototo se negó a hablar de los hechos y provocó al tribunal, de tal forma que fue expulsado de la Sala.

Por su parte, Julio Iglesias Zamora ratificó todas sus declaraciones anteriores y recordó que los 116 días que permaneció secuestrado por la banda terrorista ETAfueron "cuatro meses de infiero".

Preguntado por los hechos que se juzgan en esta causa, Iglesias dijo que el día 5 de julio de 1993, cuando llegaba al garaje de su domicilio después de trabajar, fue abordado por dos personas a cara descubierta que le metieron en un coche, donde le inyectaron un somnífero. Cuando se despertó, ya se encontraba encerrado en el zulo donde permenecería los siguientes cuatro meses. Por estos hechos, la Fiscalía pide para el terrorista quince años de cárcel.

También prestaron declaración ante el trbunal los cuatro terroristas que llevaron a cabo el secuestro, que ya han sido condenados por este procedimiento. Se trata de José María Uribetxebarría, Javier Ugarte, José Luis Erostegi y José Miguel Gaztelu.

Todos ellos negaron sus declaraciones ante las fuerzas de seguridad del Estado y se limitaron a decir al tribunal que fueron torturados, por lo que hubieran firmado "cualquier cosa".

Uribecheberria y Ugarte contestaron a las preguntas del fiscal y de la defensa en euskera; Erostegui y Gazteu respondieron en castellano.

RECURSOS ECONOMICOS

Según el escrito de conclusiones del fiscal, Pototo se hizo cargo de la dirección de la organización terrorista ETA después de que, en marzo de 1992, fuerzn detenidos en Bidart los anteriores dirigentes.

Asismimo, el secuestro de Iglesias Zamora respondía a la necesidad de la banda terrorista ETA de incrementar sus recursos económicos. Por este motivo decidieron secuestrar al empresario.

Siguiendo las órdenes de Atxurra, los terroristas JoséMaría Uribetxebarría, Javier Ugarte, José Luis Erostegi y José Miguel Gaztelu, ya condenados por estos hechos, procedieron a vigilar al secuestrado durante un mes para conocer sus movimientos y facilitar así el proceso.

El 5 de julio de 1993, los cuatro etarras se dirigieron en su coche hacia la vivienda de Zamora. Una vez allí, encañonaron al secuestrado con un arma y le obligaron a meterse en el coche. Uribetxebarría inyectó a Zamora un somnífero y, para no levantar sospechas, le colocó unas gafas d sol antes de salir del garaje.

De esta forma introdujeron a Zamora en una máquina preparada por los secuestradores en el interior de un camión, vehículo en el que trasladaron al empresario hasta un "zulo" de Mondragón. Durante la duración del secuestro los procesados permanecieron con el rostro oculto por un pasamontañas en todo momento para no ser reconocidos, según el fiscal.

Finalmente, tras 116 días de secuestro, el 29 de octubre de ese mismo año los terroristas liberaron al empresario en elalto de Arrate, tras inyectarle nuevamente un somnífero.

Julián Atxurra Egurola fue entregado a las autoridades españolas por parte de las francesas el pasado 5 de abril, por un periodo máximo de cinco meses.

Además del juicio de hoy, que será el último antes de ser enviado de nuevo a Francia, "Pototo" ha sido juzgado por sendos atentados contra miembros de la Guardia Civil en Durango y Baracaldo (Vizcaya) y por su presunta participación en el asesinato del agente de la Policía Nacional Julio Sánhez Rodríguez en 1986. Por el primero de ellos fue condenado a 46 años de cárcel.