Las investigaciones de la Policía han descartado por el momento que Aldaya se encuentre en territorio español y se continúa investigando sobre el paradero del empresario en colaboración con la policía rancesa.

Las fuentes consultadas aseguraron que tras un primer intento fallido de la familia de pagar parte del rescate exigido por ETA, se ha producido el pago de una "pequeña parte" del mismo, por lo que no se descarta la próxima liberación del empresario.

El pasado mes de agosto fue detenido por aduaneros franceses en la frontera de este país con Suiza el vecino de San Sebastián J.L.R.L., amigo íntimo de Aldaya, que portaba 50 millones de pesetas ocultos en el maletero de su coche, presuntamene destinados a pagar el primer plazo del rescate solicitado por ETA.

Según las fuentes consultadas, tras este primer intento la familia habría logrado pagar parte del rescate en los últimos días de septiembre tras llegar a un acuerdo sobre el pago posterior de nuevas cantidades a la banda.

La Policía cree que hay dos razones que están retrasando la liberación del empresario vasco. Por una parte, el fuerte despliegue de las fuerzas de seguridad galas que tratan de neutralizar la actividad terrorisa de grupos integristas dentro del país vecino podría estar dificultando a los etarras una liberación segura del secuestrado.

Por otra, los responsables del Ministerio de Justicia e Interior creen que ETA está sacando partido al secuestro de Aldaya, extorsionando a otros empresarios que desde el verano están cediendo al pago de cantidades que oscilan entre los 5 y los 10 millones de pesetas.