Al parecer, las cámaras interiores de la planta en la que estalló el coche-bomba quedaron destrozadas, por lo que la Policía tendrá que investigar en torno al resto de las grabaciones, así como el testimonio de lo vigilantes de seguridad privados contratados por el parking.

Según las mismas fuentes, al menos dos terroristas viajaron, en dos coches, desde el País Vasco a Santander para cometer el atentado. Uno habría ido en un coche "lanzadera", seguido de otro en el coche-bomba preparado.

Lo más probable es que los terroristas estacionaran el vehículo por la mañana, horas antes de la explosión y que huyeran en el segundo coche.

La bomba, de más de 35 kilos de amosal, fue activada por un temporizador,es decir, estaba programada con un reloj para que cuando explotara los etarras se encontraran lejos del lugar de los hechos.

En cualquier caso, los expertos en la lucha antiterrorista descartan que ETA tenga presencia estable con algún comando desplazado en Cantabria.