ETA. EL OBISPO DE JACA RECUERDA EN EL FUNERAL POR GIMENEZ ABAD QUE LA IGLESIA CONDENA TODA COLABORACION CON ETA Y SU ENTORNO

- Ibarretxe fue despedido con una sonora pitada en el exterior de la catedral

JACA (HUESCA)
SERVIMEDIA

Conget ofició el funeral por la última víctima de ETA, en el que estuvieron presentes las máximas autoridades de la nación, como el presidente del Gobierno, José María Aznar, las presidentas del Congreso y del Senado, Luisa Fernanda Rudi y Esperanza Aguirre, así como varios ministro y también el lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe.

Durante la homilía, Conget advirtió que "no es lícito colaborar con ETA y su entorno", y añadió que la Conferencia Episcopal y los obispos aragoneses han formulado reiteradas condenas al uso de la violencia.

Ante numerosos fieles que abarrotaban la catedral, Conget se mostró convencido de que el asesinato de Giménez Abad obedece a una consigna "en nombre del odio y el resentimiento", y lo comparó con el crimen cometido, según la Biblia,por Caín contra su hermano Abel.

Conget dijo que Jaca quiere vivir en paz al pie del monte Oroel, y que no quiere que ningún asesinato le mate la esperanza. "Sabemos el nombre de los que están detrás (del asesinato de Giménez Abad): ETA y su entorno", insistió, con reitaradas menciones a quienes colaboran de una u otra forma con la banda terrorista.

El obispo concluyó la homilía asegurando que los asesinatos nacen del odio y se alimentan de él, mientras que sólo la paz logra construir los pueblos

Antes del funeral, a su llegada a la catedral de Jaca, el lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, fue objeto de algunos gritos de "fuera, fuera". Sin embargo, la protesta más sonora se produjo cuando abandonó el templo.

El lehendakari, uno de los últimos en salir, tuvo que aguantar, a pesar de estar fuertemente escoltado por ertzainas y rodeado por un cordón de la Policía Nacional que repelía cualquier conato de agresión, una estruendosa pitada y algún que otro grito de "asesino".

Po contra, los ciudadanos de Jaca congregados en los alrededores de la catedral brindaron fuertes aplausos, tanto a su llegada como a su salida del templo, al presidente del Gobierno, José María Aznar; al candidato popular a lehendakari, Juan José Ibarretxe; y al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

Mayor Oreja aprovechó su salida del templo para pedir de nuevo a los ciudadanos vascos que den la espalda a la violencia en las urnas, el próximo domingo.

En el funeral estaban tamién, además de parlamentarios y cargos de los partidos en Aragón, el presidente de esta comunidad, el socialista Marcelino Iglesias; el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y otros presidentes autonómicos, como el de Valencia, Eduardo Zaplana, el de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso, o el de La Rioja, Pedro Sanz.

Una representación de estas personalidades se dirigieron al cementerio de Jaca para asistir al entierro en la intimidad del presidente del PP en Aragón, y los demáspartieron hacia Zaragoza, para participar en la manifestación de Zaragoza.

(SERVIMEDIA)
07 Mayo 2001
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