De los restos de material hallado, de las características de la maquinaria, y de los planos y esquemas encontraos se desprende, de acuerdo con las fuentes informantes, que el descubrimiento de la nave ha supuesto un duro revés a la infraestructura de fabricación de armamento para actos terroristas de la banda.

Las investigaciones iniciales concluyen que en el almacén de ETA se fabricaban granadas "JTK", tanto metálicas como de plástico (con resina de fibra de vidrio).

Asimismo, se han encontrado suficientes restos como para confirmar la construcción de piquetas lanzagranadas, espoletas para granadas y tubs lanzadores. Incluso se han hallado moldes de lo que sería un mortero de granadas "JTK gigante".

Fresadoras, desbardadoras, tornos o trenzadoras son algunas de las máquinas halladas también en la nave de ETA, según indicaron las mencionadas fuentes.

La importancia de la maquinaria encontrada permite concluir a los investigadores que es muy improbable que exista otra fábrica de armas de ETA de tales dimensiones en el País Vasco.