El traslado se inició el pasado jueves y se completará básicamente este fin de semana, aunque algún recluso será trasladado a mediados de la próxima semana, por razones técnicas.

"Las variables que se han puesto sobre la mesa son la condena, el tiepo que de ella han cumplido, la conducta y evolución penitenciaria, su participación en actividades de rehabilitación y, por último, un análisis de los factores de actitud de los distintos presos", dijo.

Mayor Oreja confirmó que la posibilidad de traslado está abierta a todos aquellos presos etarras, en función de su evolución personal. Asimismo, se evitará que algunos reclusos puedan sufrir la presión de todo el colectivo.

El ministro del Interior ha querido dejar bien claro que se trata de un aercamiento, pero no de un reagrupamiento que podría favorecer la estrategia terrorista.

"Una cosa es el análisis de razones humanitarias que puedan minimizar los efectos que a determinadas familias produce una situación determinada y otra cosa bien distinta es que no se favorezca lo que tenemos que hacer, dinámicas de reagrupamiento que sin duda ninguna pueden tener repercusión en la estrategia del colectivo terrorista", señaló.

El titular de Interior explicó que el coste de esta política peniteniaria lo asume su ministerio, aunque se ha tenido en cuenta las consideraciones de los consejeros vascos de Interior y Justicia y la declaración aprobada por el Parlamento Vasco a propósito del acercamiento de presos.