En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Conferencia Sectorial del Plan Nacional sobre Drogas, Mayor Oreja, al ser preguntado por si conoce cuántos presos etarras podrían encasillarse en la línea más dura de la población reclusa terrorista, contestó que "el número suficiente para pensar que eso no es una líea (de pensamiento) estrictamente mínima".

El ministro agregó que "existe un conjunto de personas que piensa de esta forma y, probablemente, no es la mayoría, pero es evidente que existen estas situaciónes que son patalógicas en algunas personas".

Para Mayor Oreja, el contenido de las cartas intervenidas "no supone ninguna novedad". A su juicio, confirma "lo que en ocasiones es una situación dura y complicada, que es entender la dificultad de luchar contra un problema teniendo en frente a unas pesonas con tal nivel de crueldad".

En relación a si la publicidad de estas misivas podría alterar el normal desarrollo de la llamada segunda fase del Pacto de Ajuria Enea impulsada por el lehendakari vasco, el ministro señaló que "(estas cartas) nos devuelven al terreno del realismo, pero no tiene ningún efecto en nada, salvo el recordarnos con tozudez lo que son casos que en ocasiones rozan lo patológico".

Mayor enjuició que el escenario político y las actitudes de cada fuerza política en relació con el terrorismo no van a modificarse por el conocimiento de cómo piensan algunos etarras, ya que, en su opinión, "en el fondo, estas cartas no sorprenden a nadie, y tampoco cambia la posición de nadie".