Aunque la Policía encontró dos cartuchos de 9 milímetros Parabellum, munición habitualmente utilizada por ETA, sólo uno de ellos alcanzó su cabeza. El cuerpo de Lluch cayó al suelo entre dos vehículos estacionados en el parking de su domicilio.

Los terroristas utilizaron un Ford de color blanco para su huida y lo hicieron eplosionar en la carretera de Collblanc a las 21.54 horas. Este coche fue robado el 23 de octubre en Nou Barri y llevaba las matrículas dobladas de un automóvil propiedad de un vecino de Manresa.

A las 23.33 horas la Policía recibió una llamada al número 091 de un vecino alertando de la localización del cuerpo del ex ministro. El juzgado número 26 de Barcelona se hizo cargo del caso.