El suceso ocurrió a las ocho de la mañana de hoy, cuando un funcionario de prisiones advirtió la existencia de un paquete extraño que fue colocado bajo el asiento del conductor de su vehículo.

Tras denunciar el hecho a la policía, los artificieros desactivaro el paquete, sin que se haya determinado todavía el tipo de explosivo que contenía, así como la autoría, aunque todo apunta a que se trata de la banda terrorista ETA, según revelaron a Servimedia fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Granada.

El funcionario de prisiones de Granada nunca estuvo destinado en cárceles del País Vasco y siempre desarrolló su trabajo en Andalucía. Además, el centro penitenciario de Granada no aloja a ningún preso etarra desde finales de 1992, según fuentes de Institucones Penitenciarias.

Por su parte, el sindicato USO de prisiones instó hoy a los partidos políticos vascos a que dialoguen sobre la posibilidad de que el Ejecutivo autónomo solicite del Gobierno central las competencias en materia penitenciaria.

En una nota, USO destaca que la prevención ha sido la que ha salvado la vida del funcionario y subraya que los trabajadores no deben descuidar las medidas de seguridad.