Guerra acudió en el Congreso de los Diputados a la reunión del Grupo Socialista, marcada por el asesinato del que fuera ministro del primer Gobierno del PSOE.

A juicio de Alfonso Guerra, "no hay un hilo conductor" en el hecho de que ETA haya asesinado a un ministro de la democracia justo el día en el que se conmemoran los 25 años de Mnarquía. Simplemente, dijo, "es un fanatismo criminal que mata y mata".

"No se qué declaración se puede hacer... Cuando le toca a cada uno parece que se exageran las cualidades de la persona, pero no es verdad", comentó Guerra emocionado, al tiempo que recordaba a LLuch como "una persona muy especial, con una elegancia en todo extraordinaria. Muy optimista pero también muy sacrificado. Sabía callar sus problemas".

Guerra le definió con la "imagen tópica" del profesor inglés, "sencillo, irónico, aable, muy culto", del que lo menos importante era su condición de ex ministro. "Era un ser humano", sentenció.

"Cuando ha muerto una chica joven, un policía, ¿qué diferencia puede haber? ¿Que hayan elegido a uno o a otro? ¿Por qué razón? Nos equivocamos cuando intentamos aplicar nuestra lógica a los actos del fanatismo y del terrorismo. Eso no tiene lógica", concluyó.