Los hechos se remontan al pasado 29 de julio, cuando TVE-1 ofreció una noticia que hablaba de un comando de ETA que estaba actuando en Málaga, refiriéndose a que las Fuerzas de Seguridad del Estado estaban buscando a una periodista bilbaina, al parecer huida, a la que se imputaba la condición de miembro legal de ETA.

Asimismo, el diario "Sur" dió la misma información con una descripción de la profesionl que en círculos empresariales, sociales y periodísiticos de Málaga identificaban con su nombre y apellidos y que fueron publicados.

B.N.R., que trabajaba en la sección de sucesos de "La Opinión", preguntó a los responsables policiales correspondientes por las citadas informaciones, a lo que respondieron que desde la Policía no había partido ningún tipo de investigación o información.

Tras contactar con la Delegación del Gobierno, se le informó a la periodista que la Comandancia de la Guardia Civl de Fuengirola, localidad en la que residía, había recibido una llamada anónima en la que la identificaba como presunto miembro de ETA, pero no se le facilitó ningún dato más sobre las posibles investigaciones en torno a su persona, así como la grabación de la llamada telefónica.

El Gobierno ha informado a la diputada del PNV que "en la documentación incautada a la banda terrorista ETA no figura el nombre de esta ciudadana, no habíendose iniciado por las Fuerzas de Seguridad del Estado ninguna investiación en relación con ella", es decir, que no se tiene conocimiento de que B.N.R. sea una activista de ETA y que no ha sido investigada por la Policía.