De producirse ese acuerdo la próxima semana, el último Consejo de Ministros antes de las vacaciones, el uno de agosto, aprobaría los proyectos deley de reforma pertinentes y estos empezarían trámite parlamentario en el Congreso a lo largo de septiembre.

Fuentes gubernamentales conocedoras de la negociación que lleva a cabo el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, resaltan que no son los nacionalistas vascos quienes más problemas están planteando, por ejemplo, a la hora de endurecer las penas y los supuestos de apología del terrorismo.

Estas fuentes sostienen que Juan Alberto Belloch, actual portavoz del Grupo Socialista en la Comisiónde Justicia e Interior del Congreso, no quiere `tocar' el Código Penal que aprobaron las Cortes en la legislatura pasada, siendo él ministro.

Sin embargo, desde el Ejecutivo y, en particular desde Interior, se confía en la palabra de Joaquín Almunia, tras el asesinato de Miguel Angel Blanco Garrido, de que el PSOE no pondrá problemas a esas modificaciones penales.

Ayer, José María Aznar insistió en que no está satisfecho de cómo está "perfilado" el delito de amenazas en ese Código Penal. Vino a dcir que no quiere "ningún resquicio" para que queden impunes frases como la que pronunció el portavoz de HB, Floren Aoiz, tras la liberación de José Antonio Ortega Lara: "Después de la borrachera policial viene la resaca".

Esa es una de las medidas que está ofreciendo Mayor Oreja a los partidos. Otras son: prohibir las contramanifestaciones, juicios más rápidos y trasladar a la Audiencia Nacional todos las vistas por actos vandálicos de los jóvenes de Jarrai, que ahora son competencia de las Audiencia Provinciales vascas, según aseguran a Servimedia otras fuentes gubernamentales.