En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, encargado del caso, considera probado que Soares Gamboa, de acuerdo con las instrucciones recibidas por la dirección de ETA de atacar a la Guardia Civil, propuso ampliar la nformación que les había facilitado otra terrorista sobre el cuartel que la Benemérita tiene en la calle Príncipe de Vergara.

Así, Soares Gamboa y otros seis terroristas, todos ellos integrantes del denominado "comando Madrid", decidieron atacar un convoy de la Guardia Civil, formado por un autobús, un microbús y un Land Rover, que salía todas las mañanas a las 7,15 horas del mencionado cuartel y que pasaba por la Plaza de la República Dominicana.

Para tal fin, siempre según la versión del fiscalFungairiño, los terroristas cargaron una furgoneta marca Sava, comprada en junio en El Rastro de Madrid por 175.000 pesetas, con cinco ollas a presión llenas de tornillos, tuercas, varillas metálicas y eslabones de cadena, y las conectaron a 35 kilos de goma-2. La bomba se accionaría con un mando a distancia.

Los terroristas aparcaron un turismo en la Plaza de la República Dominicana, de modo que "cada día, por la noche y a veces de madrugada, proceden a hacer la sustitución del turismo (...) por la frgoneta", conducida por Soares Gamboa y otra etarra. "Y como no pasa el convoy de la Guardia Civil, también cada día retiran la furgoneta y colocan en su lugar el turismo", hasta el día del atentado, el 14 de julio de 1986.

Ese día, a las 7,45 horas, uno de los etarras se colocó en una parada de autobús próxima al lugar donde estaba la furgoneta y al ver que se acercaba el convoy de la Guardia Civil, accionó con el mando a distancia el artefacto explosivo, lo que hizo que la furgoneta-bomba saltase enpedazos y alcanzase de lleno el lateral derecho del autobús. Como consecuencia de este antentado murieron, instantáneamente o en los días siguientes, un total de doce agentes.

En cuanto a la otra terrorista que será juzgada mañana junto a Soares Gamboa, Inmaculada Noble Goikoetxea, el fiscal sostiene que "participó en la ideación del ataque mortal" y prestó alojamiento a los autores materiales del atentado.

Para el fiscal, los hechos descritos son constitutivos de un delito de atentado con resultdo de muerte, otros once de asesinato consumado, otros 78 más de carácter frustado y uno de estragos.

1.568 AÑOS DE CARCEL PARA EL ARREPENTIDO

Por estos delitos el fiscal pide un total de 1.561 años de prisión para Soares Gamboa, a quien se le aplicaría el atenuante de abandono de las actividades delictivas y presentación ante las autoridades con confesión de delitos.

El fiscal pide los mismos años de prisión (286 por asesinato consumado, 1.248 por los de carácter frustado, 21 por atentado y 6 or estragos) para Inmaculada Noble Goikoetxea, por considerarla cómplice del crimen.

Soares Gamboa se refugió en Francia antes de que el "comando Madrid", al que pertenecía, fuese desarticulado. En 1986 se marchó a Argelia. Casi tres años más tarde fue deportado, junto con otros terroristas, a Santo Domingo, donde permaneció hasta julio de 1995, cuando expresó su deseo de renunciar a la lucha armada, entregarse a la Justicia española y reincorporarse a la sociedad tras cumplir la pena que le fuera impesta.

Soares Gamboa ya fue juzgado la semana pasada, junto a otros tres terroristas, por su participación en el atentado perpetrado el 8 de septiembre de 1985 en la madrileña plaza de la República Argentina, en el que murió un ciudadano norteamericano y resultaron heridas 18 personas, 16 de ellas guardias civiles.

El fiscal solicitó para Soares Gamboa un total de 317 años de prisión, por los delitos de atentado, asesinato consumado, otros 18 en grado de tentativa, estragos, robo y detención ilega.