Según el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal considera probado que desde octubre de 1984 "Kurika" formaba parte del "comando Gohierri Costa", integrado también por otros tres miembros de ETA.

Siempre según la versión del fiscal, Gil Cervera y otros dos miembros más del comando decidieron acabar con la vida de José Tomás Larrañaga Arenas.

Así, el 31 de diciembre de 1984, Gil Cervera y los otros dos terroristas abordaro en Azcoitia a un hombre y le obligaron, a punta de pistola, a llevarles en su coche hasta el bar "Alameda", donde se encontraba la víctima.

Una vez allí, Gil Cerevera y otro de los terroristas se dirigieron al bar, del que precisamente salía Larrañaga Arenas. El procesado y el otro etarra dispararon a su víctima "por la espalda, de forma súbita y traicionera", concretamente en la cabeza y en el tórax, causándole la muerte.

Tras rematar a su víctima cuando estaba en el suelo, Gil y su compañero sbieron al coche, cuyo conductor había permanecido vigilado por el tercer terrorista. Tras abandonar al propietario del vehículo, se refugiaron en el domicilio de una cuarta persona, también miembro del "comando Gohierri Costa".

Para el fiscal, los hechos descritos son constitutivos de utilización ilegítima de vehículo de motor ajeno, con toma de rehenes y con la agravante de uso de arma; así como de asesinato, cualificado por la alevosía, por lo que pide un total de 42 años de cárcel para Gil Cervera. Asimismo, la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita que Gil Cervera indemnice con a la viuda de Tomás Larrañaga Arenas con un total de 50 millones de pesetas.