"A los profesores se les exige que no sólo sean transmisores de una serie de conocimientos y de una cultura, sino también de valores que sustentan la educación por la paz, la sexualidad o el consumo", dijo a Servimedia.

"Hay una sobresaturación sobre las espaldas de los profesores y una dejación, a veces alarmante, de sus funciones por parte de la sociedad", aseguró.

Garagorri recordó que en la desviación de los jvenes hacia movimientos violentos como los de Jarrai o grupos neofascistas influyen factores familiares, educativos y económicos. "Desde que un chaval nace hasta que se hace adulto recibe cantidad de impactos diferentes, que influyen en su desarrollo y educación", dijo.

En este sentido, explicó que la escuela es parte importante en la formación de los jóvenes, puesto que pasan en ella gran parte de su tiempo. Reiteró que los valores humanos también se aprenden a través de los medios de comunicación, l familia y la vida social de cada uno, factores que son tan importantes y claves como la etapa escolar en el desarrollo de un espíritu crítico que les ayude a valorar la realidad.