Las salidas más importantes, un total de 84, que requirieron de los artificieros un mayor grado de preparación, estuvieron relacionadas con la colocación de artefactos explosivos reales.

Entre las operaciones más importantes figura la de un artefacto compuesto por seis kilos de explosivo amosal, colocado a primeros de año en la entrada a un edificio de la Seguridad Social de la calle Povadines de San Sebastián.

Asimismo, la UEDE evitó qe explotaran tres kilos de amosal accionados por control remoto que estaban situados junto a dos vehículos particulares en plena calle Tomás y Valiente de Vitoria.

A estas intervenciones se sumó una larga lista de desactivaciones de diferentes artilugios mixtos realizados a base de temporizadores, bombonar de camping gas, botellas de líquido inflamable y explosivos pirotécnicos.

La totalidad de los arterfactos explosivos reales fueron colocados en entidades bancarias y sus cajeros automáticos. LaErtzaintza suma 24 sabotajes (el 29% del total) contra entidades bancarias en los que se emplearon ingenios mixtos compuestos de varios elementos como gasolina, bombonas de camping-gas o carcasas pirotécnicas.

Igualmente, los vehículos y domicilios particulares sufrieron 18 ataques, lo que representa un 21 por ciento de los sabotajes. Las instalaciones, edificios o vehículos de la empresa Telefónica aparecen en diez actuaciones relacionadas con explosivos.

Asimismo, repetidores eléctricos o de teefonía, instalaciones o vehículos de Correos, vías férreas y estaciones de ferrocarril, edificios institucionales y dotaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado, configuran el resto del mapa de objetivos más habituales de los ataques con artefactos explosivos, en su mayoría de fabricación casera.

VITORIA, A LA CABEZA

Durante 1998, la capital alavesa, Vitoria, encabezó la estadística de intervenciones de la Unidad de Explosivos de la policía vasca, que tuvo que actuar en 17 ocasiones debido a lacolocación de artefactos explosivos. A continuación, San Sebastián, con nueve intervenciones; Durango, con cinco y Rentería e Irún, con cuatro, respectivamente.

Durante los cinco primeros meses del año pasado, entre enero y mayo, se produjo el 58% de los sucesos con artefactos explosivos. En el último cuatrimestre se produjo el 20% de las actuaciones. En el informe se señala asimismo que la mayor parte de la intervenciones se produjeron entre la medianoche y las seis de la madrugada, seguida del perioo horario comprendido entre las seis de la tarde y la medianoche.

Por otra parte, esta unidad especial intervino en la desactivación y retirada de 83 artefactos militares (bombas, granadas y proyectiles) utilizados en la Guerra Civil española, la mayor parte de los cuales se encontraron enterrados en suelo agrícola.