ETA ENVIO UN PAQUETE-BOMBA AL INDUSTRIAL ARRUABARRENA

SAN SEBASTIAN
SERVIMEDIA

El equipo de desactivación de explosivos de la 'Ertzaintza' neutralizó el pasado viernes un paquete-bomba que iba dirigido al industrial guipuzcoano Juan Antonio Arruabarrena. Según informó hoy el Departamento de Interior del Gobierno vasco, el artefacto, de gran potencia, habría ocasionado la muerte a quien lo hubiese abierto.

La bomba estaba compuesta por cinco metros de cordón explosivo, pentrita y un dispositivo trampa para provocar la explosión en el momento de abrir el paquete. Las mismas fuentes indicaron que el artefacto estaba camuflado en un estuche de plumas de la marca "Sheafer" e iba dirigido personalmente a Juan Antonio Arruabarrena, que el pasado año sufrió la extorsión de ETA mediante el llamado "impuesto revolucionario".

El paquete llegó a su destinatario en un sobre de color marrón de tamaño folio, en cuyo xterior figuraban las antiguas señas del empresario y como remitente la supuesta dirección de la empresa "Sheaffer Penco", domiciliada en París.

El aspecto del paquete y la dirección donde fue enviado levantaron las sospechas de una persona del entorno del empresario, por lo que avisó a la 'Ertzaintza' de Beasáin, donde, tras diversas pruebas, detectaron que se trataba de un explosivo y fue desactivado por los especialistas de la Policía Vasca.

Juan Antonio Arruabarrena, empresario de una fábricade pastelería industrial, decidió trasladar su empresa de la localidad guipuzcoana de Lazcano hasta la zaragozana de Pina de Ebro, después de recibir amenazas de ETA al negarse a pagar el "impuesto revolucionario".

Los encargados de esta red de extorsión, que estaba integrada, en su mayoría, por militantes de KAS, fueron detenidos por la Policía Autónoma Vasca a finales del pasado año.

Debido al traslado, el empresario llegó en diciembre a un acuerdo con sus empleados para mantener abierta la plata de pasta que regenta en territorio vasco.

Por su parte, el Departamento de Interior del Gobierno Vasco manifestó que el envío de este explosivo es "una muestra más de la voluntad de diálogo que quienes alientan y apoyan la violencia dicen mantener, una demostración del inmovilismo con que KAS asiste al debate abierto en Herri Batasuna en torno al final de la violencia, y una muestra del procedimiento con que habitualmente los violentos intervienen en estos momentos de reflexión: con explosivos o tios en la nuca".

Además, la institución vasca se pregunta en un comunicado público si "hechos como el ocurrido entran dentro de los planteamientos que mantiene Herri Batasuna para reactivar la economía vasca o para animar a los empresarios a invertir o establecer nuevas empresas en Euskadi".

(SERVIMEDIA)
07 Mar 1994
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