ETA. EMPRESARIOS VASCOS ACCEDEN A PAGAR EL 'IMPUESTO REVOLUCIONARIO' ESPOLEADOS POR EL SECUESTRO DE ALDAYA
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Varias decenas de empresarios del País Vasco han accedido a pagar el impuesto revolucionario desde que José María Aldaya fue secuestrado hace 167 días, según cofirmaron a Servimedia fuentes solventes de la lucha antiterrorista.
Tras el secuestro de Aldaya, ETA envió una remesa de varias decenas de cartas en el mes septiembre a distintos empresarios y banqueros radicados en el País Vasco exigiéndoles el pago de entre 5 y 10 millones de pesetas como impuesto revolucionario.
Según las fuentes consultadas, la banda terrorista ha moderado sus peticiones económicas al comprobar que pidiendo cantidades menores, los empresarios son más proclives a pagar.
Además fuentes de la consejería de Interior vasca consideran que ETA está retrasando la liberación de Aldaya porque mantenerlo secuestrado les sirve como argumento de presión para obligar a otros empresarios a pagar.
"Están recaudando mucho dinero por este sistema y por lo tanto no soltarán a Aldaya mientras les sea útil, aseguraon estos interlocutores a Servimedia.
La constancia de que un grupo de empresarios está cediendo a la extorsión de los terroristas hizo que a finales del pasado mes de septiembre el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, advirtiera públicamente que aquellos que cedan al chantaje de ETA serán perseguidos por la Ertzaintza y puestos a disposición de la Justicia.
También la Confederación Empresarial Vasca (Confebask) aconsejó en esa misma fecha a los empresarios que deunciaran el chantaje terrorista ante las autoridades competentes y que "no cedan ante esta nueva amenaza de la banda de delincuentes".
En su campaña de septiembre, la banda terrorista advertía a los receptores que era "el último aviso" que se les hacía antes de adoptar otras medidas de presión. Los términos amenazadores de la misiva y el convencimiento de un nutrido grupo de empresarios de que el rescate exigido por ETA para liberar a Aldaya ya ha sido pagado sin conseguir su libertad, han influido enla decisión de ceder al pago del impuesto revolucionario.
ETA ha enviado cartas exigiendo la contribución de los empresarios vascos a sus arcas en tres ocasiones durante 1995, la primera vez en enero, la segunda en primavera y la última en el mes de septiembre.
ENVIO MASIVO
En ésta última ocasión, el envío de cartas ha sido "masivo" según fuentes empresariales que reconocieron que el ánimo de los industriales es "desolador".
Fuentes policiales consideran que las finanzas de la banda están aneadas y prueba de ello es que los últimos activistas detenidos portaban o tenian en pisos francos fuertes cantidades de dinero en metálico.
Estos interlocutores consideran que ETA está empleando el dinero en la reorganización de su estructura y en la creación de una red para ocultar a los activistas 'quemados' en la región francesa de Bretaña, lejos del País Vasco francés, que ya no es una zona segura por el alto nivel de coordinación entre la policía francesa y española.
La banda también tratóde extorsionar a una treintena de empresarios afincados en Madrid durante la primavera pasada y llegó a enviar paquetes bomba al banquero Alfonso Escámez y al presidente de Portland Valderribas, Alfonso Cortina, que fueron detectados en las oficinas de Correos tras la explosión de una de ellas.
Tras aquella oleada de cartas, Interior estimó que ETA había enviado un centener de cartas a distintos empresarios madrileños, de los cuales aproximadamente la mitad denunciaron la extorsión a la Policía. Segúnestas fuentes, los intentos de chantaje de la banda entre empresarios madrileños tienen escaso éxito.
(SERVIMEDIA)
22 Oct 1995
SGR