Elkarri hizo un llamamiento a la reflexión sobre "si la dirección de la estrategia de construcción de la paz debe estar en manos de Interior, con el punto de vista y condicionante policial-operativo que implica", y subrayó que defender la expulsión es ir contra una paz "unida a una sociedad conciliada".

En la nota, el colectivo acusa al minstro del Interior, Jaime Mayor Oreja, de hacer una lectura "excesivamente interesada, reduccionista y en beneficio propio" de la convulsión social provocada por el asesinato de Miguel Angel Blanco por parte de ETA.

El ministro, según Elkarri, está aprovechando los últimos acontecimientos "para consolidar su política de falta de ideas e inmovilismo, y para rentabilizar políticamente la legítima indignación de la sociedad".

Elkarri considera que Mayor Oreja está intentando "acomodar las estrategiasdel resto de agentes sociales y políticos a la suya y a la del PP bajo el pretexto de la unidad", y añade que esta propuesta es "fruto de un momento de euforia pero insostenible en la práctica", ya que se están "manipulando las mayorías sociales según intereses propios".

Si la sociedad vasca y española rechaza la violencia y reclama la paz es, según Elkarri, porque defienden "el respeto a los derechos humanos, la distensión y el diálogo" y, por tanto, están "en contra del tensionamiento y del inmovilimo".

En este sentido, el modelo que hay que seguir, en opinión de Elkarri, es el de Irlanda, donde "no es el ministro del Interior quien dirige la estrategia de paz, sino el propio primer ministro".