Sagarzazu e Irastorza, que en mayo de 2001 escaparon de los domicilios en los que estaban localizados tras la desarticulación del comando "k-ibarla" de ETA, fueron detenidos grcias a la colaboración de las fuerzas de seguridad de España y Francia y están reclamados por varios atentados.

Entre las acciones que se les atribuyen figuran la colocación de explosivos, en 1994, en el interior de un cuartel de la Guardia Civil de Endarlaza (Navarra), en el que resultó muerto el policía nacional Eduardo López Moreno; la colocación, en 1995, de 5 artefactos explosivos en El Corte Inglés de Valencia, donde murió Josefina Corresa Huerta, y la colocación en Irún de una bomba-lapa, en 196, en el coche del "ertzaina" Ramón Doral, que falleció.

También se les responsabliza del lanzamiento de 9 granadas en 1996 contra el cuartel de la Guardia Civil de Ordizia (Guipúzcoa) y de la colocación de artefactos explosivos en los Palacios de Justicia de Vitoria y Pamplona, ese mismo año.

El ministro del Interior, Angel Acebes, indicó en una rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, que estas detenciones son un ejemplo de la intensa colaboración que existe entre los uerpos policiales de Francia y España y se felicitó del éxito de la operación.