Delgado revela este dato como argumento "secundario" dentro de una reflexión sobre la crispación que produce en la AVT el supuesto uso político que el Gobierno hace de la reinserción, mientras los terroristas no muestran signos de arrepentimiento.

"La aplicación de la justicia en los términos más amplios es, y debe ser siempre, un proceso individualizado. Sucede que con las medidas de gracia ue se otorgan a los terroristas de ETA se está generalizando sin hacer distinción entre quien se ha hecho merecedor del perdón y quien no sólo no lo es, sino que, además, manifiesta públicamente su falta de arrepentimiento", afirma.

En su opinión, plantear ahora a los familiares que renuncien a la aplicación de la ley por "razones de Estado" no es argumento convincente ni suficiente para "tan magno sacrificio".

"Además, ¿a cambio de qué esa renuncia", se pregunta. "A cambio de nada. Porque, salvocontadas excepciones, las víctimas tendrán que seguir rehaciendo sus vidas sin apenas ayuda moral ni material, con la carga de todos los deberes y privados de los más elementales derechos".