El atentado de ETA provocó heridas de diversa consideración a diez agentes de los tres cuerpos policiales que actúan en el País Vasco (Ertzaintza, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía). De ellos, cinco aún permanecen ingresados en el Hospital Nuestra Señora de Aránzazu.

Los dos heridos con pronóstico muy grave se encuentran en la unidad de cuidados médicos intensivos y son el "ertzaina" I.I.L., de 35 años, con traumatismo genital y lesiones de metralla a nivel pélvico y extremidades, ademá de estallido del globo ocular con herida perforante de párpado, y el agente de la Guardia Civil S.M.P., que sufre traumatismo craneoencefálico, fractura abierta de tibia y peroné derechos y heridas múltiples por metralla.

Por su parte, los tres agentes heridos con pronóstico grave son L.B.G., miembro de la Benemérita que sufre una herida torácico- abdominal con rotura hepática y cuerpo extraño intraparenquimatoso; L.M.C., agente del instituto armado con fractura conminuta abierta y múltiples heridas e metralla, y J.F.A., también guardia civil que sufre trauma ocular severo y heridas múltiples por metralla.