Según consta en la sentencia conocida hoy, Guisasola facilitó la información necesaria para que miembros de ETA colocaran la bomba que amputaría las piernas al polica Juan Domínguez Cruz.

Según los magistrados, los datos aportados por la etarra sirvieron para que miembros de la organización terrorista colocasen bajo el coche del agente un artefacto explosivo, que explotó a las 6,40 horas del 7 de julio de 1990, cuando Juan Domínguez Cruz puso en marcha su vehículo. Como consecuencia del atentado, el policía sufrió heridas graves y necesitó año y medio para recuperarse.

De acuerdo con la sentencia, la acusada es autora, por inducción y cooperación necesaria, e un delito de atentado contra un miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Esta sentencia conocida hoy se suma a la que recientemente impuso a esta terrorista la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que condenó a la etarra a 23 años de cárcel por el asesinato de Eduardo Vadillo, cometido el 13 de junio de 1983.

Guisasola fue detenida el 14 de noviembre de 1990 en Saint Martin de Seignaux (sur de Francia), cuando viajaba a España con de la banda terrorista. Tras u detención en el país vecino, un tribunal de París la condenó de 10 años de prisión por los delitos de transporte de armas y municiones, así como por asociación de malhechores.

Una vez cumplida la condena en Francia, fue extraditada a España en marzo del año pasado. Aparte de por el asesinato de Vadillo, Francia concedió la extradición por otras seis causas, tres de las cuales son asesinatos cometidos en 1984, 1985 y 1989.