ETA. CONCEJALES Y CARGOS DEL PSE EN VIZCAYA AMENAZAN CON DIMITIR SI NO SE AUMENTA SU SEGURIDAD
- Han enviado cartas a Zapatero, Jáuregui y López reclamando "con carácter de urgencia" más medidas de protección
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Medio centenar de concejales del PSE-EE y una decena de dirigentes locales de Vizcaya abandonarán sus responsabilidades públicas y orgánicas si los responsables de su partido no atienden "con la máxima urgencia" su petición de mayor segurdad frente a posibles atentados de ETA, según informa hoy el diario "El Correo".
Estos cargos socialistas se consideran discriminados frente a la situación de otros compañeros, por lo que, en la última semana, han enviado cartas de protesta al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero; al presidente de la gestora que dirige temporalmente a los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, y al secretario general del partido en Vizcaya, Patxi López.
Las misivas, que siguen un mismo modelo, etán firmadas por ediles de la margen izquierda y zona minera y, en menor número, del Duranguesado y Ermua. De las dos primeras zonas son también los secretarios generales de agrupaciones que han decidido mostrar su inquietud por la situación que viven, a los que se han unido dos dirigentes locales de Bilbao y margen derecha.
Unos y otros explican que la carta responde a la escalada de violencia que sufren los militantes del PSE, en concreto por los últimos atentados contra Eduardo Madina, de Juventude Socialistas, en Sestao, y Esther Cabezudo, concejal de Portugalete, y su escolta, Iñaki Torres. Los concejales y cargos del PSE vizcaíno expresan su "absoluta seguridad de que esta situación, desgraciadamente, va a continuar por mucho tiempo".
"Le dijimos (a Zapatero) que si no hay más protección de manera inmediata, la situación será insostenible", recordó ayer uno de los interlocutores del líder del PSOE durante la manifestación en contra de ETA celebrada en Portugalete el pasado día 2.
"Sabems que la carta es dura y que el miedo es siempre libre, pero nuestra realidad es muy grave", reconoció una de las primeras personas que remitió la misiva, y que está a la espera de recibir una respuesta. "Queremos sentirnos protegidos, no pretendemos que a nadie le quiten protección para dárnosla a nosotros. Lo triste es que, al final, es una cuestión de dinero, cuando estamos hablando de vidas humanas", señaló.
(SERVIMEDIA)
15 Mar 2002
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