Aunque Benegas se manifestó a su salida de la reunión "completamente de acuerdo" con la intervención de Zapatero, sí reconoció que había hecho algunas "matizaciones" que son "para hacer a puerta cerrada".

En concreto, según fuentes asistentes a la reunión, el presidente del PSE criticó la actitud ambigua el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, que sigue sin aclarar si será candidato a lehendakari en caso de elecciones autonómicas.

En su opinión, la lealtad institucional al Gobierno en materia terrorista no tiene por qué obstaculizar la petición de explicaciones sobre el futuro e intenciones de Mayor Oreja.

Para Benegas, el PP cae en ocasiones en actitudes partidistas con la intención de conseguir votos y no mantienen la lealtad institucional que exige al resto de los partidos. Igualmente, se ostró partidario de buscar la diferenciación de mensajes entre PP y PSOE, evitando el seguidismo de la estrategia popular.

Benegas abogó por que la dirección socialista exija tanto al Gobierno central como al autonómico mayor eficacia policial y un refuerzo de la colaboración entre administraciones, así como un esfuerzo por marcar las lineas estratégicas de la lucha antiterrorista, sin que ello tenga que trascender a la opinión pública.

El dirigente vasco aseguró igualmente que está de acuerdo co el planteamiento hecho por Zapatero sobre lo que ha significado el 35 Congreso y el trabajo de futuro del PSOE.

Reconoció que la nueva dirección está trabajando muy de cerca con la Ejecutiva socialista vasca a través de su secretario general, Nicolás Redondo Terreros, lo que permite mantener una posición "muy clara".

Según el dirigente socialista vasco, el PSOE considera que el terrorismo es un problema de Estado y tiene que tener el tratamiento que este tipo de asuntos merece. Además, los sociaistas estiman "fundamental" la unidad democrática tanto en Madrid como en el País Vasco, y abogan por separar el terrorismo y la unidad de los problemas que puede generar al Gobierno vasco su situación minoritaria.

"No se puede mezclar, como a veces hace el ministro de Interior, todo, la solución al problema del terrorismo y la convocatoria de elecciones", insistió.

También defendió la iniciativa socialistas para recuperar el diálogo de las fuerzas democráticas que fue aprobada por el Parlamento asco y presentada la pasada semana al ministro de Interior. Precisamente por esta gestión felicitó a la Ejecutiva.

UNIDAD DE CRITERIOS

Al margen de estas matizaciones la postura del Grupo Socialista fue unívoca. Tras el secretario general pidieron la palabra seis personas: Ramón Jáuregui, Cristina Alberdi, Tomás Rodríguez Bolaños, Carlos Navarrete, Carlos Sanjuán y el citado José María Benegas.

Todos ellos apoyaron la intervención de Zapatero y mostraron su disposición a trabajar por construir n proyecto sólido para la sociedad. Bolaños inicidió especialmente en temas relativos a la educación y Navarrete en lo referente a cultura.

GUERRA

Por su parte, el ex vicesecretario general del PSOE Alfonso Guerra aseguró a la salida de la reunión que ninguna de las intervenciones habidas tras el discurso de Zapatero fue crítica, ni siquiera en el tema terrorista.

En este terreno, "las intervenciones no sólo han apoyado, sino que incluso han felicitado la actitud de la dirección del partido y h habido explicaciones amplias sobre la necesidad de que esa actitud de colaboración con el Gobierno y de hacer na política de Estado no esté reñida con la exigencia de esa misma actitud a otras formaciones políticas y al propio Gobierno".

Reconoció, sin embargo, que a veces algunos partidos como el PP y el PNV, e incluso el Gobierno no han demostrado capacidad para mantener como política de Estado todo lo relativo a la lucha antiterrorista.

En términos generales, Guerra consideró que el discurso e Rodríguez Zapatero "ha estado bien", que se ha centrado en los grandes problemas de la sociedad y que su posición es ampliamente compartida por los parlamentarios socialistas que se reunían hoy por primera vez tras el 35 Congreso del PSOE.