Los magistrados consideran probado que Urrusolo Sistiaga, "a efectos de colaborar en los fines de la organización ETA", recogió un vehículo previamente sustraído por otros miembros de la banda terrorista y lo abandonó "al no poder ponerlo en marcha".

Los hechos ocurrieron en Zaragoza, en agosto de 1991. En el interior del vehículo había divers material electrónico (temporizadores, portapilas, cables, etc) y explosivo, como 38 kilos de amosal, otros dos de pentrita, tres petardos de TNT y dos cordones detonante.

Para los magistrados, Urrusolo Sistiaga es reponsable de un delito de tenencia de explosivos y otro de utilización ilegítima de vehículo de motor ajeno, por lo que le imponen un total de 10 años y 6 meses de cárcel.

Este histórico miembro de ETA fue extraditado por Francia el 23 de agosto de 2001, tras haber cumplido en ese paí la condena de seis años de prisión que el Tribunal Correccional de París le impuso por un delito de asociación de malhechores con fines terroristas.