En declaraciones a Servimedia, portavoces de la Asociación de Simpatizantes de la Guardia Civil (ASIGC) y de la Asociación de Familiares y Allegados de la Guardia Civil (AFAGC) resaltaron que la gran mayoría de las casas cuartel carecen de las más sencillas medidas de seguridad, como pueden ser circuitos cerrados de televisión.

Indicaron que la mayoría de estas viviendas fueron construidas hace más de treinta años por lo que en aquel momento "no se pensó en la amenaza terrorista". Posteriormente, el Ministerio del Interior ha consultado a los jefes de acuartelamiento sobre la necesidad de implementar medidas de seguridad, pero no se han aportado partidas presupuestarias suficientes para este fin.

"El Gobierno tiene que hacer una inversión económica para reforzar la seguridad, no sólo para prevenir atentados terroristas, sino también para hacer frente a la delincuencia común", agregaron, para lo que es imprescidible contar con circuitos de televisión que permitan al guardia que realiza la vigilancia controlar el entorno del cuartel, así como establecer un perímetro de seguridad de al menos cincuenta metros.

Las mismas fuentes recalcaron que, en las condiciones actuales, las casas cuartel "no son los mejores lugares" para que vivan en ellas las familias, por lo que pidieron que se equiparen los salarios de los guardias civiles con los de los policías autónomos o locales, de modo que no se vean obligados a viir en estas instalaciones.

Por último, los portavoces de ASIGC y AFAGC, las dos asociaciones de apoyo a los guardias civiles registradas legalmente, resaltaron que, aunque no hay que alarmarse por este nuevo atentado, después de que ETA abandonase hace diez años su estrategia de atacar casas cuartel, el Ejecutivo "debe tomar precauciones".