Los terroristas justifican el envío del paquete-bomba por la negativa del empresario vizcaíno a pagar el "impuesto revolucionario" y el asesinato del agente como una acción más delas que lleva a cabo ETA en su acoso a las fuerzas de seguridad del Estado.

En el comunicado, fechado en septiembre, ETA critica duramente al Pacto de Ajuria Enea, al que califica de "delegación del Estado Español para Euskal Herria" y de "centro de diseño para las operaciones contra los intereses de Euskal Herria", e indica que el Pacto es un fracaso en su intención de aislar a los "abertzales".

También acusa a PSOE, PP, UA, PNV y Ardanza de "despreocupación y desprecio más absolutos por el futuo de Euskadi, por los problemas de índole político y económico que le acucian".

Asimismo, la banda criminal manifiesta que "el orgullo que demuestran al cerrarse al diálogo denota una actitud tan prepotente como antidemocrática, irresponsable y de dudosa lucidez mental".

ETA responsabiliza a estos partidos de "los costes y consecuencias del alargamiento del enfrentamiento, ya que optan por frenar la vía del diálogo a cambio de un incierto reparto de votos que les asegure sus poltronas".

En e comunicado de la organización terrorista, el PNV es tildado de sumiso a Madrid, ya que "ni siquiera puede hablar sin permiso de Madrid", en referencia a las conversaciones que este partido mantuvo con Herri Batasuna durante la pasada primavera.

Por otro lado, ETA valora la actuación de Eusko Alkartasuna y Euskal Ezkerra de "desmarcarse, al menos momentáneamente, de ese instrumento antiabertzale por excelencia que es el Pacto", aunque denuncia la intención de estos dos partidos de trasladarlo al Parlaento vasco.

Agrega que el Parlamento de Vitoria "se ha convertido en un auténtico coro de políticos lloriqueantes que sólo saben esconder la mano y señalar al vecino ante un desastre político, económico, social y cultural demasiado enorme como para seguir ignorándolo".