"Mi nombre ya aparecía en los documentos del terrorista 'Pototo', así que si me hubieran querido matar, ya lo habrían hecho, del mismo modo que si quieren hacerlo ahora, lo harán, y si ponen una bomba, ustedes caerán también", afirmó Argote.

El letrado criticó la difusión de estos documentos, por considerar que no le aportan nada nuevo al público que lee la prensa.

Asimismo, dijo no sentirse diferente del resto de los ciudadanos por ser objetivo de ETA, ya que "cualquiera lo es y puede ser sesinado por estos terroristas". "Ya sabemos que ETA mata cuando puede y a quien puede y que sus objetivos más específicos son los que más luchamos contra ellos", dijo.

Argote añadió que no va a pedir protección al Ministerio del Interior, ya que, afirmó, "estoy seguro de que si los mandos de las Fuerzas de Seguridad y del ministerio consideran que es oportuno, me pondrán la seguridad, y si no, no lo harán. Confío en su buen hacer y en su buen criterio".

No obstante, el abogado reconoció que siene miedo desde hace mucho tiempo, aunque aseguró que el hecho de ser objetivo de ETA no va a cambiar su vida. "El terrorista sólo gana cuando consigue infundir un miedo tal que cambia la vida de los ciudadanos. Mientras tengamos miedo pero sigamos viviendo de forma ordinaria, el terrorista nunca ganará".

Argote hizo estas declaraciones en la Audiencia Nacional, donde acudió para representar a cuatro guardias civiles que fueron citados a declarar por el juez Baltasar Garzón en el 'caso Oñaederra'. Sin ebargo, estos imputados se acogieron, como en ocasiones anteriores, a su derecho a no declarar ante el magistrado.