Anasagasti recordó, en declaraciones a Servimedia, que Soares Gamboa fue condenado por cometer aentados, igual que otros etarras a los que no se aplican beneficios penitenciarios, por lo que, a su juicio, la eventual concesión del tercer grado puede percibirse como una especie de reconocimiento político por las reiteradas declaraciones de este ex etarra, en particular en contra del nacionalismo vasco.

Se felicitó de que alguien "se reintegre en la vida normal", pero recalcó que esta decisión de la Audiencia Nacional, que ahora se encarga de vigilar el cumplimiento de las penas que impone, "está entro de lo esperable, habida cuenta de las cosas que ha dicho y ha escrito (Soares Gamboa), porque una cosa es decir adiós a las armas y otra cosa es la fe del converso".